Llamada, clamada, crida

Esto es una llamada a la acción. A la resistencia contra los fantasmas del pasado que despierta un modelo neoliberal en decadencia, a construir un pueblo capaz de cambiar el sistema de base, a plasmar sobre las calles el mundo que tenemos en nuestros corazones… y que crece a cada instante.

 

Nuestro territorio se muere de vejez y abandono, mientras se agitan las banderas y los himnos de los Estados-nación (existentes o en construcción). Ante el conflicto territorial, hacemos una defensa de un confederalismo que parta de la voluntad popular, construido desde abajo y de puertas abiertas. Aragón es, sí, originariamente trilingüe, pero en nuestras calles también se oye rumano, árabe o wu; u otros acentos del castellano.

 

Una sociedad libre para todas y todos, superando la dominación patriarcal en todos los ámbitos: familiar, económico o público. Porque lo personal también es político, la defensa de la liberación de género y la revisión de los distintos saberes desde una nueva óptica emancipada del patriarcado debe ser una prioridad para la construcción que proponemos.

 

No a los paisajes convertidos en parques temáticos mientras la tierra se degrada y es vaciada de su gente. Hoy la degradación del medio y el cambio climático son retos urgentes que requieren ser atendidos con la mayor energía y esperanza posible.

 

Hacemos un llamamiento a dar forma a todas estas tareas, a caminar hacia un confederalismo democrático aragonés, sin alejarnos de la tradición solidaria y libre que es propia de nuestro pueblo: “A cada cual según su necesidad”, “la tierra para el que la trabaja” son algo más que frases, son principios fundamentales para el cambio de la producción en torno a una nueva economía bajo control social y democrático.

 

Apoyo Mutuo Aragón